Adrenalina y juegos mecánicos

 Adrenalina y juegos mecánicos.

Lo que no te mata te hace mas fuerte. ¿Será cierto?

Hace unos días visité un parque de atracciones con mi mejor amiga y me sorprendió mucho como un juego al que le temía, termine por subirme una y otra vez y lo disfrutaba, hice este artículo para descubrir cual era la razón de haber reaccionado de esa forma.

Empecemos por definir,  ¿qué es la adrenalina? También conocida como epinefrina, es una hormona que aparece como respuesta del cuerpo ante el estrés. 

Casi todo el mundo puede entonces disfrutar de las emociones que provocan las montañas rusas, pero como todo en la vida, se recomienda moderación, debido a que la respuesta a las sustancias a las que se está expuesto durante este tipo de atracciones, son similares a las que genera la cocaína, por eso puede ser adictiva, explica Brendan Walker, ingeniero aeronáutico y experto en emociones.

Un grupo de investigadores de la Universidad de Pensilvania señala que no existen riegos a largo plazo por subirse frecuentemente a este tipo de diversiones.

Sin embargo, destacan que entre los efectos inmediatos al subirse a este tipo de juegos mecánicos están las contracturas en los músculos del cuello y dolor de cabeza en algunas ocasiones.

Cuando nuestro cuerpo se somete a presión y velocidad como ocurre en la mayoría del los juegos mecánicos bruscos, el cerebro sufre estragos momentáneos que provocan que la sangre no llegue en forma adecuada a todas sus zonas y por eso hay desmayos breves de no más de 3 segundos.

Por otra parte, al estar en pleno movimiento el sistema neurológico segrega dopamina y adrenalina, la frecuencia cardiaca se acelera, disminuye el estrés y nos provoca euforia.

Otras personas estudiadas registraron lesiones leves en el oído y molestias relacionadas con la presión que el juego ejerce sobre el cuerpo.

Para finalizar, desde un punto de vista no profesional más solo personal, podría decir que a menos que por cuestiones de salud no sea indicado subirse a este tipo de juegos, estando sano creo que es una descarga de energía que todos necesitamos de vez en cuando, ya que te ayudan a vencer un miedo que termina generalmente en emoción y placer, nos recuerda que estamos vivos y sentimos esa energía recorriéndonos todo el cuerpo. 

Un sentimiento que personalmente y al igual que muchos se puede aprender a disfrutar.